Las kasbas son edificios de adobe y barro coronado por cuatro torres defensivas almenadas, una en cada esquina. Es la construcción más habitual en la zona y desde lejos asemeja perfectamente a un castillo medieval, aunque la mayoría, tal y como las vemos hoy, datan del siglo XIX. Generalmente tienen un patio central y han sido las viviendas típicas de las familias bereberes de clase acomodada.
El valle del Dadès se conoce como el «Camino de las mil kasbahs». Una ruta de unos 170 kilómetros que va desde Ouarzazate hasta Tineghir, salpicada por kasbas de varios tamaños que los bereberes construyeron para protegerse de los invasores.
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